Con su aparición, inevitablemente, se abre un mundo de defensores, detractores, y personas que no saben muy bien si la llegada de la IA va a convertirse en un voraz enemigo o un gran aliado. 

La realidad es que muchos son los profesionales de ciertos sectores que están manifestando su preocupación. Consideran la IA como una amenaza real, que puede poner en riesgo innumerables puestos de trabajo, al poder realizar tareas que, previamente a su aparición, sólo podían realizar las personas. 

En mi opinión, la IA no es ejecutora, es decir, siempre necesitará de la mano de una persona cualificada detrás. Realice las tareas que realice, obviamente, dichas tareas deberán ser editadas y supervisadas por un profesional especializado, en última instancia.  

Las oportunidades de crecimiento de un negocio se generan con la FIDELIZACIÓN de los clientes que confían en la marca.

Hoy en día, los clientes son cada vez más exigentes y su decisión para ser fieles a ella lo determinan tres factores principales:

1. Los VALORES que transmite una marca.
2. La CALIDAD del producto o servicio.
3. Una ATENCIÓN AL CLIENTE donde el cliente se sienta escuchado y donde la conversación sea EXCLUSIVA, INCLUSIVA Y EMOCIONAL, que proporcione respuestas inmediatas y humanas. No robotizadas, por muy “personalizadas” que pretendan parecer.

Por tanto, lejos de ser una amenaza, considero a la IA como una poderosa herramienta, como ya lo fue la invención de la calculadora o la aparición de Internet. 

Cualquier negocio, empresa o marca que quiera crecer digitalmente y maximizar sus resultados y beneficios de forma exponencial, va a necesitar que sus estrategias de marketing lleven incorporadas la IA. Y cuanto antes la integren, mucho mejor. De esta forma, colocarán a su marca en la vanguardia, aumentando su valor.